El chancho de San Vicente adoptado por una familia que ahora «es un perro más»
Karmen es una vecina de Temperley que rescata caballos. Hace tres años salvó a un chancho y hoy es una mascota en su casa.
En la casa de Karmen Anriquez, en Temperley, hay muchos animales, perros, gatos, cobayos y tortugas. Pero además, jugando afuera o durmiendo adentro, se puede ver a Benito, un gran chancho que fue rescatado de un criadero y hoy vive como una mascota más.
Benito fue rescatado hace casi tres años cuando todavía era pequeño. “Nos llamaron un grupo de chicas de San Vicente que lo habían encontrado, se había escapado de un criadero. Lo habían atacado unos perros y ellas lo vieron, pero no sabían qué hacer con él”, contó Karmen en diálogo con El Diario Sur. Ella junto a su marido decidieron llevarlo a su casa. “Lo empezamos a curar, lo empezamos a inyectar y a los dos días empezó a levantarse”, recordó.
El tiempo fue pasando y Benito siguió creciendo. “En diciembre va a cumplir 3 años y es un chancho perro, se acomodó a nosotros, él se cree un perro más, tiene su lugar y convive con todos sin problema”, contó Karmen. Y así se lo ve: Benito anda por la casa muy tranquilo, entra y sale, toma sol, come cuando quiere y duerme adentro, como sus amigos perrunos. “En verano está abajo del aire acondicionado y en invierno al lado de la estufa, es un chancho cheto”, afirmó su dueña, que lo cuida con mucho cariño.
Además, el chancho tiene una relación de mucho afecto con toda la familia pero especialmente con Karmen. “Cuando yo me voy los fines de semana se pone nervioso, extraña demasiado”, detalló la vecina de Temperley que cuenta con la colaboración de los comerciantes del barrio que le dan pan, frutas y verduras para Benito.
Rescate de Caballos en Zona Sur
Aunque Benito hoy es muy importante en la vida de Karmen, ella hace más de siete años se dedica a rescatar caballos. “Con mi marido creamos la ONG Caballos Libres del Sur. Empezamos a rescatar animales en Lomas y trabajamos con otros municipios cuando nos llaman o nos piden ayuda de otras ONG”, contó la vecina que hoy cuenta con casi 50 caballos que rescató y que viven en un campo alquilado.
En estos años ya rescataron más de 150 caballos que estaban abandonados, eran maltratados o explotados. Para sostener el proyecto participan de ferias con moda circular y también reciben productos para reciclado. “Nosotros decimos que esto es para sanar el alma para ellos, los animales, y para nosotros”, aseguró.
Fuente Diario del Sur