HOY EN DÍA UTILIZAMOS EL TÉRMINO VÁNDALO PARA REFERIRNOS A CIERTAS PERSONAS

¿Pero sabías que hubo una tribu germánica que tuvo ese nombre y de ahí parte el término? Aquí te lo contamos.

Los vándalos, una tribu germánica, tienen una historia fascinante marcada por migraciones, conquistas y eventual declive. Originarios de la región que hoy conocemos como Escandinavia, los vándalos, junto con otras tribus germánicas, comenzaron a desplazarse hacia el sur y el este en el siglo II. Este movimiento masivo, parte de las Grandes Migraciones, fue impulsado por cambios climáticos y la presión de los hunos en el este.

Alrededor del año 400 d.C., los vándalos cruzaron el Rin e irrumpieron en la Galia Romana, iniciando una serie de saqueos y batallas. No mucho después, se movieron hacia la Península Ibérica, donde establecieron un reino en lo que ahora es parte de España y Portugal. Este periodo en la Península Ibérica fue crucial para su desarrollo como un poder significativo.

Sin embargo, su estancia en la Península Ibérica fue relativamente breve. Bajo la presión de otros grupos bárbaros y las políticas internas romanas, los vándalos, liderados por su rey Genserico, emprendieron una audaz travesía en 429 d.C. hacia el norte de África. Esta migración fue un punto de inflexión en su historia. Al llegar, los vándalos rápidamente establecieron un reino en la fértil región de Cartago, convirtiéndola en su nueva capital.

Desde Cartago, Genserico y sus sucesores orquestaron varios ataques navales por todo el Mediterráneo. En 455 d.C., los vándalos saquearon Roma, un evento que se convirtió en uno de los más infames de su historia. Este saqueo dejó una marca indeleble en la percepción histórica de los vándalos, convirtiéndolos en sinónimo de destrucción sin sentido, aunque los historiadores modernos han cuestionado esta visión simplista.

El reino vándalo en el norte de África prosperó durante casi un siglo, destacándose en el comercio y la agricultura, y sirviendo como un importante centro de poder en el Mediterráneo occidental. Sin embargo, este éxito no duraría. Los conflictos internos, junto con las tensiones con el Imperio Romano de Oriente, debilitaron gradualmente su reino.

En 533 d.C., el emperador bizantino Justiniano lanzó una campaña para reconquistar el norte de África. La campaña, liderada por el general Belisario, fue sorprendentemente exitosa. Los vándalos fueron derrotados en la Batalla de Tricamarum, y su reino quedó efectivamente aniquilado.

Después de su derrota, los vándalos desaparecieron gradualmente como entidad distinta. Se integraron en las poblaciones conquistadoras o fueron desplazados. A lo largo de los siglos, su legado ha sido reinterpretado y, a menudo, malinterpretado. Aunque hoy en día la palabra “vándalo” se asocia con la destrucción, la historia real de los vándalos es mucho más rica y compleja, abarcando momentos de conquista y prosperidad, así como de declive y desaparición.

Fuente : Un Angel x el Mundo

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