Leyendas Urbanas: La Granja

LA GRANJA

En la pequeña granja de mi familia todo era normal. Una mañana amanecimos con una plácida llovizna que refrescó las últimas tardes de verano que nos quedaban. Estuve mirando por la ventana como se asomaba el sol a través de las nubes que ya pintaban de gris. Mi familia viajaría esa misma mañana a la ciudad para resolver algunos asuntos bancarios. Yo preferí la tranquilidad que me daban estas recientes vacaciones del trabajo del campo.
Ezoic

Ya había pasado una hora desde que mi familia había partido de viaje, cuando un relámpago golpeó con fuerza uno de los árboles que daban a la ventana. Quedé ciega alrededor de 3 minutos mientras los oídos aún me zumbaban. Fui recuperando la visión y vi la sombra de lo que parecía una mujer mirando entre los arbustos, creí firmemente que era solo un efecto visual del momento y preferí dejarlo pasar. Cogí mi taza de café y regresé a la habitación para seguir con mi descanso. No recuerdo cuando me quedé dormida, pero al despertar me sacó del sueño un vidrio roto que estaba al lado de mi cama, atravesando mi pie dejándome una dolorosa astilla que en definitiva sería muy difícil de retirar. No hay manera que semejante vidrio estuviese al lado de mi cama, pero llegue cojeando hasta el baño para intentar retirar lo que quedó del vidrio. Por fin pude retirarla, pero aun estando en el baño una de las ventanas de la sala estalló de un golpe. Allí estaba yo, sola, adolorida, y sin poder caminar. La mujer no era producto de mi imaginación, estaba adentro de la casa.

Créditos a quien corresponda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *