El adolescente de 14 años quedó en libertad este lunes, más allá de que confesó el crimen. El letrado Raúl Palacios también dijo que está en condiciones de comenzar un proceso de reinserción social.

Pese a que confesó el crimen, este lunesliberaron al mejor amigo de Joaquín Sperani (13), que estaba en alojado en el Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), dependiente del Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba. Hoy, el abogado de la familia del agresor dijo que no es ningún peligro para la sociedad.

En diálogo con Arriba Córdoba, Raúl Palacios justificó la decisión de la Justicia. “De las pericias surge que no representa una amenaza para sí mismo ni para terceros”, aseguró. En este sentido, remarcó que a lo largo del proceso se le realizaron distintos test psicológicos, tanto por parte de los expertos del complejo en el que estaba como en las pericias judiciales.

“Cumplirá con un tratamiento polimodal, que no va a abordar solo los aspectos traumáticos que ha atravesado, también se hará en miras de que no se repita ningún hecho de esta naturaleza”, sostuvo.

La madre de la víctima, Mariela Flores, tras conocer la noticia de que iba a quedar en libertad, lamentó: “Nuestros derechos no son escuchados, parece que tenemos que aceptar todo lo que dice la Justicia mientras tengo a mi hijo en el cajón”.

Palacios fue consultado sobre los dichos de Flores y argumentó: “Por supuesto que comprendo su dolor, pero ¿cuál es la alternativa?”.

Apoyado en lo que establece la Convención de los Derechos del Niño, Palacios recordó que el sistema judicial marca que quienes se encuentran por debajo de la edad de imputabilidad carecen de la “madurez mental” para ser responsables penalmente de sus actos. A su vez, dijo que se debe “trabajar en la prevención, la inclusión, en que reciba la asistencia para poder reinsertarse y continuar”.

Como medida de seguridad, la Justicia puso como condición que el agresor no pueda mudarse de su nueva casa sin autorización y ordenó un tratamiento psicoterapéutico individual y familiar. Cabe destacar que -junto a sus padres- se fue a vivir a otra localidad de Córdoba y no a Laboulaye, donde cometió el crimen.

Así fue el crimen de Joaquín Sperani

Joaquín Sperani comenzó a ser buscado desde la tarde del jueves del 29 de junio, cuando sorpresivamente no asistió al colegio. La última vez que lo vieron fue ese día, alrededor de las 15, y tenía el uniforme puesto.

La preceptora de su curso confirmó que no se encontraba en el aula cuando tomó asistencia y algo que sumó más confusión fue que su bicicleta estaba en el patio de la escuela.

Las horas pasaban y seguía sin aparecer, al mismo tiempo que tampoco se comunicaba con su madre. En medio de la desesperación, la mujer realizó una denuncia cuando ya era la noche del jueves.

El sábado 1º de julio, familiares y amigos del adolescente convocaron a una marcha y los asistentes caminaron por las distintas calles de la ciudad. Jamás imaginaron el desenlace que iba a tener esta historia poco tiempo después, cuando lo encontraron muerto en una casa abandonada.

Los primeros datos de la autopsia al cuerpo de Joaquín revelaron que recibió 18 golpes en la cabeza, primero con un fierro y luego con un pedazo de hormigón, por parte de su mejor amigo, que hizo lo posible por ocultar el crimen.

Fuente : TN