Personajes de Nuestro Pueblo: Hoy el «Bocha»Martínez (Pinocho)
«De historias y recuerdos»…
◾El «Bocha» Martinez (“Pinocho”)
Por don Horacio «Chino» Martínez
Lo encontraba cada mañana, con las palomas en la plaza, con su andar apurado, su sonrisa franca y sus alas de papel.
Pantalón gastado de largo fundillo, siempre atento, saludando; y los diarios del día sostenidos por su ala derecha… “Pino” Martinez era una paloma más de mi pueblo, el de barrancas y río.
En cada esquina un amigo, historias para contar. Después seguía desandando veredas de la plaza al boulevard. Una parada en la casa del amigo Juan Ridruejo, un cliente fijo de todos los días.
El “Bocha” Martinez… un rayo de sol en el ambiente, el canillita sin pregón. La ciudad que se abría a un nuevo día y eras como un latido, tempranero corazón de la mañana. “Pinocho”… el canillita, avecilla de un ala, estampa pintoresca de las calles, si tenías alguna tristeza no se notaba, tu sonrisa amplia iluminaba las mañanas.
Historia: ¿Por qué se los llama canillita? Florencio Sánchez autor uruguayo, escribe una obra. En ella se cuenta la historia de un joven de aproximadamente 15 años, que trabaja como vendedor de periódicos en la calle para mantener a sus padres. Sin embargo, tanta es su pobreza que sus pantalones le quedaron cortos cuando “pegó el estirón” adolescente. Esto hace que queden al descubierto sus «canillas», que es el nombre que se le da al hueso de la tibia. Dicen que de esa imagen, Florencio Sánchez le pone a obra de título: “Canillita”.
Un andar chaplinesco en la mañana, / pantalones con fundillos largos. / Como un viejo feudal de las ochavas / se ha adueñado “Pinocho de mi canto.
Desde el norte hasta el sur recorre el pueblo / y reparte los diarios sin un grito, / golpecito en la puerta, una sonrisa / y el apretón de manos del vecino.
El saludo en cada esquina lo demora / y entonces se hace largo el recorrido, / alguien quiere “husmear” los titulares / a cambio de un buen mate compartido.
Es el “Bocha” Martínez, canillita, / pintoresco gorrión que tiene el pueblo / y los diarios apretados bajo el brazo / parecieran llevarlo en calmo vuelo.
¿Qué será del gorrión, de la paloma? / ¿Qué será de la plaza y las esquinas? / ¿Del vecino que espera en la vereda? / Cuando el “Pino” ya no traiga más noticias.
(«El camino de la Nostalgia»; Horacio Martinez).