Personajes de nuestro Pueblo: Hoy el «Toti Latronico»

El “Toti”

Por Horacio «Chino» Martínez

Cada mañana, antes que el sol se desperece,
él carga en su vieja bicicleta su mochila,
revisa que estén los versos, las sonrisas,
la carga diaria de esperanza
y entonces se echa a andar
las calles de su ciudad blanca.

Los gorriones, madrugadores como él, lo saludan
y los que ya están saboreando unos mates tempraneros
o van rumbo al trabajo diario
esperan su saludo por la AM del pueblo…
Y entonces, la mañana se llena alegría,
como las campanas que llaman al encuentro.
Su voz, improvisando una copla cualquiera, saluda…
se transforma en el reloj que nos marca la hora,
nos avisa si va estar frío o templado,
si hay que buscar el paraguas o no
y algún comentario dicharachero,
nos alegra y nos entibia el alma.
Su bicicleta,
como escapada de un libro de cuentos
recorre las calles rumbo a la radio;
el camino se hace largo, en cada esquina una parada,
un apretón de manos, un saludo nostalgioso,
una broma… Así es el “Toti”… Un hombre bueno,
con esa luz que no daña brillando en sus ojos,
simple, de mano tendida,
siempre con una sonrisa, aunque sé que a veces
guarda alguna pena dormida.

La plaza, el boulevard, una escuela, una calle cualquiera,
todo se enciende a su alrededor.
Su voz tiene siempre el murmullo eterno de la nostalgia,
todos lo miran al pasar, todos quieren saludarlo,
así es el “Toti”… Un hombre bueno.
Aunque le duela el alma,
aunque a veces le pesen los zapatos,
siempre tiene una sonrisa, un verso, una palabra,
para entibiarnos la mañana…
Te preguntaste alguna vez:
¿Qué sería de la AM sin el “Toti”?.
A veces, me parece, que del “Negro” y de “Tony”, tiene algo,
y de Figueiras, de “Juancho” o de Juan Carlos.
Así es el Toti”… Un hombre bueno…
Regresa cada día con la paz
que solo brinda el haber cumplido,
a veces quizás, con un dolor en la mirada,
pero siempre vistiendo el traje de un hombre bueno.
Cada día que lo veo recuerdos los versos
de Antonio Machado que leí hace tiempo…
Quizás fueron escritos para él:

“…Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.»
(Chino).
Libro: «El camino de la nostalgia».

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