Tragedia en Río Tercero: cinco muertos y varios heridos producto de un choque frontal entre una combi y una camioneta
El incidente vial ocurrió en la tarde del domingo sobre la ruta S-253; involucró a jugadores de la reserva del club Casino de Río Tercero, que regresaban de disputar un partido con Despeñaderos por la Liga Regional Riotercense de Fútbol
Al menos cinco muertos -dos de ellos jóvenes futbolistas- y varios heridos de gravedad este domingo en Río Tercero, Córdoba, a raíz del choque frontal entre una combi y una camioneta. La tragedia, consignó La Voz del Interior, ocurrió en el tramo de la ruta S-253, que une las localidades de Despeñaderos y Monte Ralo.
De acuerdo a la información recabada por el medio local, los vehículos involucrados fueron una Ford Transit -que transportaba al equipo de reserva del club Casino de Río Tercero tras disputar un partido con Despeñaderos por la Liga Regional Riotercerense de Fútbol- y una camioneta marca Toyota Hilux.
Producto de la colisión, ambos rodados se incendiaron. En el lugar trabajaron Bomberos de Despeñaderos, jurisdicción del accidente, y también de San Agustín y Río Tercero, para apagar el fuego y comenzar el operativo de rescate de las personas que viajaban en ambos vehículos.
Las identidades de los fallecidos que trascendieron hasta el momento, precisó CBA24, son: Santiago Ávila de 18 años, Uriel Barrionuevo de 17 años -falleció en el Hospital de Río Tercero tras sufrir un paro cardio respiratorio del que no lograron reanimarlo- y Marcos Ayala, padre de uno de los jugadores.
Tras conocerse la noticia, la Municipalidad de Río Tercero decidió establecer un duelo de tres días en esa localidad del departamento Tercero Arriba. “Durante este tiempo, invitamos a la comunidad a unirse en el luto y a prestar apoyo a las familias afectadas. Reiteramos nuestro más profundo pésame y solidaridad con las familias de las víctimas. Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los afectados por esta dolorosa pérdida”, escribieron en la cuenta de Instagram de la ciudad.
Fuente : La Nación